La primera vez que me encontré con una de estas esculturas miniaturas fue en una tarde de otoño, caminando por Parker’s Piece. Era uno de mis primeros días en la ciudad e iba disfrutando del sol y observando cada detalle. Al pie de una farola en medio del parque vi una pequeña escultura de una puerta. Me dio curiosidad y cuando me acerqué para apreciar sus detalles leí que decía “@Dinky Doors”. Ahí mismo busqué en Instagram y descubrí que son pequeñas esculturas escondidas por toda la ciudad. En este post quiero compartir con ustedes la búsqueda de todas las esculturas, pero sin spoilers sobre las ubicaciones ni demasiados detalles de las historias que cuentan para que las puedan descubrir ustedes mismos.
Reality Checker, en Parker’s Piece.
Dinky Doors es un proyecto de arte enfocado en la instalación de esculturas miniatura en lugares inesperados de la ciudad de Cambridge. Estas esculturas se ocultan a plena vista, invisibles ante los ojos de los caminantes distraídos. El proyecto lo inició en 2020 un grupo de artistas anónimos que querían traer una sensación de alegría y asombro a la ciudad durante la pandemia de COVID-19. Desde entonces, se han instalado catorce portales que te invitan a descubrir nuevos mundos por todos los rincones de la ciudad de Cambridge. Si las miras con atención puedes encontrar detalles y personajes cautivadores.
En los últimos años, las Dinky Doors se han convertido en una atracción popular tanto para turistas como para lugareños, siempre atentos a la aparición de nuevas instalaciones. El proyecto también pretende alentar a las personas a explorar la ciudad y apreciar su arquitectura e historia de una manera nueva.
Si visitas Cambridge y quieres descubrir las Dinky Doors, puedes elegir entre comprar un mapa físico que es enviado por correo postal, o descargar un mapa digital. Puedes encontrar ambas opciones en el sitio oficial siguiendo este link.
Las catorce esculturas escondidas en Cambridge.
Como les contaba antes, la aventura empezó ese día en que por casualidad encontré la primera puerta, “Reality Checkpoint”, en el medio de Parker’s Piece. Ese mismo día compré el mapa en dinkydoors.co.uk. Elegí el mapa físico porque me pareció que así sería más atractiva la búsqueda. Además, junto con el mapa están incluidas 14 tarjetas que cuentan la historia de cada puerta y una “pista” de dónde encontrarlas (esta pista es simplemente una pequeña porción de mapa que indica la ubicación, lo que me decepcionó ya que esperaba algún tipo de adivinanza).
Recorrer la ciudad buscando estas esculturas demanda algo de tiempo, por lo que planeé la búsqueda para las vacaciones de Navidad con mi amiga Zeta.
La mayor parte de las esculturas se encuentran en el centro histórico y pueden ser encontradas en una sola expedición, pero nosotras dedicamos varias tardes a la búsqueda.
Mage’s Pages, en St. Mary’s St.
Wonder Emporium, en Sussex Street.
La primera escultura que encontramos en la zona del centro histórico de Cambridge se llama “Mage’s Pages” y cuenta la historia sobre cómo se crean los libros.
En las cercanías del museo de Ciencias Naturales hay otra pequeña escultura que representa la puerta de la casa del Primer Ministro inglés, en el número 10 de Downing Street, en Londres. Si miras con detenimiento, se puede ver como un monstruo se asoma por la puerta.
De las ubicadas en el centro histórico, mi favorita es sin duda “Wonder Emporium”, una juguetería con artículos maravillosos a la venta. Los visitantes suelen dejar en ella toda clase de ofrendas, como monedas, botones o llaves. Los creadores de Dinky Doors incluso tienen una página web donde muestran con mucho humor los ítems que aparecen mágicamente en el Wonder Emporium. Puedes descubrir los objetos fantásticos que fueron apareciendo allí siguiendo este link.
Por la zona del centro histórico también puedes encontrar una máquina futurista con la capacidad de achicar objetos hasta convertirlos en miniaturas, una historia de amor entre el diablo “Mr. D. Mon” y un ángel llamado Angie que lo mira desde las cercanías, una nave espacial que lleva a bordo un gatito viajero del espacio, y una cabina telefónica que te transporta al lugar que quieras ir sin que tengas que preocuparte por el tránsito.
A la vera del río Cam hay instaladas tres esculturas, ideales para encontrar si hace buen tiempo, mientras disfrutas de una caminata por el río. Las esculturas incluyen una con forma de nido que, según cuenta la historia, es un portal para transportarse a otra dimensión, un buzón de correo miniatura que se esconde junto a uno real (abre la puerta del buzón y descubre la historia que se encuentra dentro) y una nave espacial estrellada contra la pared del Museo de Tecnología de Cambridge.
Mr. D. Mon, cerca de Trinity College.
Rocket Rocket, en Green Street.
Algo más alejado del centro histórico, cerca de la calle comercial Mill Road, se pueden encontrar dos simpáticas esculturas. Una de ellas inicialmente fue una cabina fotográfica, pero unos vándalos la destruyeron apenas unos días después de su instalación. Lejos de molestarse, los artistas tomaron esto con humor y rehicieron esta escultura que ahora lee “crime scene”.
A un par de calles de Mill Road se encuentra una de mis esculturas favoritas, un spa para pulpos. No te pierdas todos los pequeños detalles, por ejemplo, junto al faro se pueden ver las 8 pantuflas que el pulpo se sacó antes de disfrutar de un baño relajante.
OctoSpa, en Sedgwick Street.
Fotodinkymat, la escultura vandalizada sobre Mill Road.
The Coffee Station en Wandlebury Park.
La escultura más alejada de todas se encuentra en Wandlebury Park, un parque al que se puede llegar en bicicleta o en bus. El bus tarda media hora desde el centro de Cambridge y el viaje sin dudas valió la pena. Wandlebury Park es un lugar ideal para disfrutar una tarde alejada del ruido de la ciudad. Además, dentro del parque hay un food truck llamado The Coffee Station que sirve chocolate caliente, helados, budines e incluso golosinas para mascotas. La puertita que esconde Wandlebury Park es un libro que cuenta la historia del Knight Rider, el fantasma que acecha el parque por las noches. Si llegas hasta ahí, abre la puerta para descubrir toda la historia.
La búsqueda de las Dinky Doors fue mucho más entretenida de lo que imaginé antes de empezar. Pude descubrir partes de la ciudad de Cambridge en los que nunca había estado, a pesar de que viví ahí por 3 meses. Sin dudas es una actividad tanto para niños como para adultos.
Si los logré entusiasmar para que descubran las Dinky Doors, recuerden que pueden comprar el mapa físico o descargar el digital desde www.dinkydoors.co.uk. Los invito a ponerse en contacto con Forever Nomade y compartir sus viajes a través de las redes sociales o dejando un comentario en este post.
¡Hasta la próxima aventura y nunca dejen de viajar!
